Adriana Aizenberg
Martín Piroyansky
Marina Glezer
Rafael Sieg
Un universo pequeño. Solitario. Un departamento quedado en el tiempo, donde gobierna la oscuridad y abunda el silencio. En donde la religión más profesada es el pronóstico del tiempo que dicta una televisión barata. Y donde lo más vivo, es un canario anaranjado que a veces canta.
Allí vive ella. Rosa. La dueña de un alma de 81 años de uso. La mujer del Noveno Be. La vieja de atrás.
Delante, existe otro universo. Solitario también. Un departamento atemporal. Vacío de adornos y desprovisto de objetos útiles. Allí vive él. Marcelo. Un joven venido del campo. Un estudiante de medicina sin dinero. Sin amigos. Y sin nadie que lo ayude a subsistir en la ciudad.
Un ascensor atascado y un encuentro.
Todo cambia. Todo se transforma y se hace nuevo cuando esos dos universos diminutos se mezclan. Se entrelazan. Pareciera que ambos tienen algo que ofrecerse mutuamente.
Por un tiempo, estos dos pequeños mundos coexistirán en un departamento más pequeño aún que será testigo de la gran distancia que existe entre ellos.